![]() |
DESAFIO MEDIO MARATON MONTAÑA SANTUARIO ANDUJAR |
Este bonito pueblo andaluz es parte de la historia de mi familia materna. Es el lugar donde nació mi madre, mis tíos y sobre todo mis abuelos. Durante toda mi vida he crecido escuchando a mis abuelos contar la historia de como tuvieron que vivir allí una guerra civil, el hambre que allí se pasó cuando ellos eran niños. Como mi abuelo aprendió allí su oficio de carpintero el cual le dio de comer y una vez jubilado le sirvió de entretenimiento y regalos para sus nietos.
Crecí pasando mis veranos con mi abuelo, viéndole trabajar la madera con su segueta, haciendo bocetos y dibujando lo que en un futuro serían muebles. Le veía hacer mesas con un tronco de madera, figuras de disney para las habitaciones de sus nietos, tableros y figuras de ajedrez y los más diversos muebles que os podáis imaginar que pueden salir de un tronco.
Siempre me explicaba como él tuvo que emigrar a Madrid para sacar a sus cinco hijos adelante. Como llegó a Madrid con 40 años y tuvo que ponerse a estudiar para aprobar el examen de acceso a Iberia. Y como trabajo a doble turno para que sus hijos pudiesen estudiar.
Mi abuelo siempre se puso como ejemplo para que estudiara y me esforzara para conseguir lo que quisiera. Decía que debía ser político y seguro que de haberlo querido hubiera sido mejor de los que ahora mismo hay. Pero mi camino fue hacia el magisterio y aún recuerdo mi felicidad cuando le comunique que había aprobado la oposición. Al final después de tantos viajes en el Volkswagen Polo llevándome verano tras verano a la academia a que recuperase mis suspensos se vieron recompensados.
Siempre le gustaba alardear de nieto e iba diciendo por cualquier lugar que yo era su nieto el maestro.
Pues al lado del arco de meta de esta carrera se encuentra él. Es mi abuelo Pepe.
Ninguna carrera que yo corra podrá homenajear jamás la memoria de mi abuelo. Ni siquiera esta. Él era demasiado grande para que ninguno podamos rendirle un homenaje. Pero yo si merecía hacerle un tributo y era el de conocer ese camino que tantas veces subió de joven con amigos, con su familia o con mi abuela.
Mi única manera de agradecerle tantas cosas que me enseñó era recorrer su tierra, su pueblo, sus montes. El lugar donde creció, del que siempre le hoy hablar, de esa plaza de toros a la que arreglaba los burladeros cuando se rompían, de las calles que le vieron crecer de niño, de las plazas en las que conoció a mi abuela y las cuales son historia de mi familia.
Abuelo esta carrera no era un homenaje, porque ni corriéndola desde ahora hasta el día que me muera llegaré a demostrarte lo que te quería.