Hará cosa de una semana estando en la piscina de Cubas me enteré que se iba a celebrar la V legua de Cubas con una distancia de 5,500 metros. La verdad es que casi ni me lo pensé ya que ese fin de semana no tenía nada que hacer y encima la carrera está enfocada en la diversión y entretenimiento de los más pequeños, (música, castillos hinchables gratuitos y carreras infantiles. En un abrir y cerrar de cartera estábamos Jorge y yo apuntados.
¡Y vaya pedazo de mañana que hemos pasado en Cubas de la Sagra!.
La primera carrera era la de los adultos. Desde noviembre que corrí la carrera de Canillejas no he vuelto a correr una carrera de 10 km o menos y tenía ganas de hacer una carrera dándolo todo para saber que tiempo podía marcar, aún sabiendo que no estoy en mi mejor forma creo que el 47:30 de esa carrera de 10 km podría bajarlo.
Con la idea de buscar ese buen tiempo llegó a Cubas con el tiempo pegado. Recojo el chip, me quito el chándal y dejo a los enanos con Paloma en los castillos hinchables (los cuales estaban súper bien y sin masificaciones). Me voy al arco de salida y sin tiempo a prepararme suena el pistoletazo. Salgo muy al final y los primeros 700 metros tengo que ir adelantando gente, el primer kilómetro transcurre por un camino de tierra con charcos por las lluvias de los últimos días o meses como queráis. Paso el kilómetro 1 en 4:18. Justo después de pasar el primer kilómetro empieza una subidita de unos 500 metros que intento subir sin cebarme, al coronarla dejamos la tierra y ya toda la carrera transcurre por las calles de Cubas.

Y tras ver la clasificación tocaba el momento más divertido del día, la carrera de súper Jorge. Seguimos saltando en los castillos durante 1 hora más hasta que fue el turno de los chupetines.
Destacar la buena organización de la prueba para que los pequeñajos no se perdieran ni se cayeran, pusieron un chaval disfrazado de pollo que hacía de liebre y dividían las carreras en chicos y chicas para que no fueran tan masificadas y evitar que tropezaran.
De esta forma Jorge se puso en la línea de salida con la única idea de ganar (me ha salido competitivo que le vamos a hacer) y de coger al pollo. Dan la salida y allí que sale como un gamo. Desde atrás le veo correr y le vigilo por si se cae o se asusta, pero nada de eso ocurre y vuela como Usain Bolt en los 100 metros. Al pollo no lo consigue pillar pero en cuanto pasa el arco de meta se pone a saltar y a reírse de la emoción. Cuando llego a recogerle me dice: " ¡¡Papá he ganado!!, pero no he pillado al pollo". Me entró un ataque de risa, se lo había pasado genial y yo mucho más. Recogió su medalla, su bolsa de chuches y su chupa chus.
Tras esto nos fuimos a casa después de haber pasado una magnífica mañana en el pueblo de Cubas de la Sagra. Seguro el año que viene repetiremos si la organizan igual de bien.
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