preciosa mañana |
Y es que al Alcortest se presentan atletas muy viciosos, de esos que ya tienen más que el gusanillo del running en la sangre. Esos deportistas que vienen sabiendo que el circuito es feo, desangelado y lleno de sube y bajas pero que aún así les sabe a dulce néctar de gloria el cruzar su arco de meta tras 30 km.
Indudablemente, ante tal elenco de chiflados deportistas, un servidor tenía que estar presente para por lo menos poder reflejar en este humilde blog como dos esbeltos gladiadores siguen esculpiendo sus musculosos cuerpos para alcanzar la gloria en el Parque del Retiro.
Cual escudero Sancho Panza me uní y prometí ser fiel a los hermanos Sagüillo (David y Javi) para trotar por Alcorcón en busca de la felicidad más absoluta, la simple y llana de terminar los 30 km porque ese día tocan en el entrenamiento.
Aunque en esta vorágine de locura mi mente fue prudente y respetuosa con las distancias y pensó a la hora de hacer la inscripción que lo mejor era escoltarlos 15 km y que luego ellos lucharán en solitario y sin escudero contra los 15 terribles enemigos que vendrían tras mi ausencia.
Preparando las armas |
Nosotros íbamos a luchar contra el rey Chronos del reino de 5:40, y no podíamos dejarlo escapar.
Y os aseguro que le vencimos pero bien vencido por tierras alcorconenses. Kilómetro tras kilómetro y con una facilidad pasmosa fuimos hundiendo nuestras piernas sobre el rey, no le dimos ni una opción a vencernos. Aceptamos sus reglas, las de correr en un terreno solitario, con escasez de público y un sol ajusticiador. Pero ni así mermo nuestras fuerzas.
Mi lucha y escolta a los hermanos Sagüillo terminó a mitad de la batalla(km 15) con un ritmo de 5:33 y un tiempo de 1:23:51, dejando a los auténticos titanes para la batalla final. Pero sabía que la batalla estaba ganada. Sus caras, su respiración, sus sonrisas y sus piernas demostraban que iban a vencer.
Esa segunda vuelta en la que tanto Javi como David no necesitaron ni ayuda ni ánimos para doblegar sus miedos y darle una enorme puñalada en la yugular al rey Chronos.
Tardaron 2h:47:57 en derrotar esos 30 duros kilómetros que en Alcorcón les pusieron de prueba. Superaron sus temores, comprobaron su fortaleza y testaron su resistencia mental. Pero sobre todo probaron una pequeña gota del dulce néctar de la gloria que dentro de un mes recibirán en el precioso Olimpo del Retiro.
¡¡Vamos chavales que estáis como toros ibéricos!!
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