SI la salida es cuesta abajo todo es más fácil |
Cierto es que era un infierno de esos que molan. A la orilla del mar, lleno de chiringuitos y bares que sirven cerveza fría, helados y pescadito frito. Pudiendo haber elegido entrar y probar todas las debilidades decidí quedarme a las puertas y correr sintiendo el calor que allí se respiraba.
Y es que la segunda carrera nocturna del faro de torrox que se celebró el 20 de agosto coincidió con los tres días que más calor hizo de este verano. El viento Terral que provenía de África calentaba el ambiente previo y una vez puestos en marcha lo que calentó fue nuestros cuerpos. Los 4 primeros km que transcurren por el paseo de Torrox y el Morche sirvieron para ponernos a sudar como si estuviéramos en una sauna finlandesa (yo creo que incluso en la sauna sudo menos). La vuelta ya fue a un ritmo más tranquilo del que esperaba pero tampoco era cuestión de forzar con lo mal que lo estaba pasando por el calor. Así que 43:59 para los 8,3km de esta carrera.
500 metros y comenzando a sudar |
Hay que destacar que aunque este año hemos sido menos la carrera ha mejorado la iluminación de la zona de arena que transcurre entre el paseo de Torrox y el del Morche. Solo les falta cambiar el avituallamiento a la zona después del giro para evitar encontronazos a la hora de coger agua con los que vuelven y a su vez evitar que los primeros cojan dos veces agua dejando sin botellas a los últimos de la carrera.
El año que viene si vuelvo a estar repito, a pesar del infierno de calor de este año el recorrido es muy sencillo y perfecto para el verano.
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