De vuelta por la Universidad |
Eso si el recuerdo después de tantos años sin pisar un campus universitario ha sido agridulce. Sin ser mayor, que no lo soy, he visto que los jóvenes universitarios y yo nos encontramos en una distancia generacional mucho mayor de la que yo pensaba. Yo he vivido con teles que no tenían mando a distancia y con sólo dos canales de televisión, se escribía con máquina de escribir porque no había ordenadores, no existía internet, no había móviles y la gente que los tenía si les sonaba en la calle no los sacaban por vergüenza. Los parquímetros consistían en ir a un estanco a comprar el papel de la hora y lo marcabas con tu boli bic. Y la gameboy con el tetris o el supermario era lo más tecnológico que habíamos visto. Inimaginable para la generación universitaria actual.
Pero también ha sido dulce por la agradable sensación de saber que mañana no tengo que ir a tomar apuntes o a hacer un examen. Es una etapa finalizada y que no añoro en absoluto.
La carrera estaba organizada por El Corte Inglés y la universidad, así que como son empresas con dinero no ha faltado un perejil. Drones para grabar la salida, vallas en todas las zonas conflictivas, avituallamiento muy generoso al final con todo tipo de bebidas y sandwich, un grupo tocando (a los que no escuchaba nadie), clase de zumba, regalo de una bici. En fin lo de siempre con dinero todo es más fácil de organizar.
Así que rodeado de jóvenes vigorosos y alocados tomaba la salida a las 9:30 de la mañana intentando no contagiarme de ese ritmo loco que sabía que iban a poner. Al final tonto que es uno, te contagias y corres el primer kilómetro como pollo sin cabeza y tiras por la borda lo de ir a un ritmo adecuado a mis condiciones.
Los cinco primeros kilómetros son en subida por el parque de los planetas, parque Ovejero y Fuente cisneros para llegar hasta Alcorcón. Una vez alcanzado el municipio de Alcorcón nos dirigimos hacia su campus universitario que será la mitad de carrera. Se me ha hecho muy largo toda la subida y cuando llegamos al campus nos dan una vuelta por las diferentes facultades antes de volver. Si a mi con ver la entrada me valía, hay que ver como les gusta hacernos sufrir.
El avituallamiento que hay allí me sabe a gloria, cojo la botella y de vuelta que la ley de Newton dice que todo lo que sube debe bajar, así que de aquí al campus de Móstoles toca bajar. Tengo la sensación de ir atrancado pero como he decidido no mirar el reloj en toda la carrera continúo hasta terminar o reventar. Al final esos km a ritmo de 5:02.
Agotado tras la última cuesta. Una siesta me hace falta. |
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