Esa envidia se me paso ayer. Llevaba un año esperando para poder competir por los mismos circuitos en los que iban a correr triatletas profesionales como Javi G.Noya o Mario Mola.
Siendo sincero llegué a la prueba sin prepararla. Llevaba sin nadar desde el último triatlón allá por el mes de octubre y la bici igual. Además con el invierno y primavera que ha hecho sospechaba que el agua estaría helada.
El sábado era el día que se disputaba el triatlón sprint, pero el mío empezó el viernes. Esta vez tuve que alquilar una bici para correr, por primera vez en mi vida alquilé una de carretera y el viernes tuve que ir a recogerla. Lo primero que hice fue acercarme montado en ella a la casa de campo para recoger el dorsal y dar una vuelta a Garabitas para probarla, y claro cuando alguien hace algo nuevo tiene que aprender, y a mi me paso eso. Estuve casi 10 minutos para descifrar la manera de bajar marchas. Una vez solucionado dí una vuelta al recorrido de bici del sábado y recogí el dorsal.
El sábado por la mañana me acerqué temprano a la casa de campo para ver los stands que habían puesto ( no me gustó nada) y las carreras previas. Por fin era mi turno y un cuarto de hora antes de la salida nos dejaron probar el agua, y esto con la temperatura que ha hecho este invierno era muy recomendable.
Me marqué mi momento Falete y me hice un splash!!........ El agua estaba fresca, pero no tan fría como se suponía (en teoría 21º).
12:20 de la mañana y allí estamos alrededor de 80 tíos esperando para luchar en el agua. Suena la bocina y ahora se acabó el Falete y me tiro en serio. Iba a darlo todo. Comienzo a nadar y a diferencia del triatlón de octubre me tiro de los primeros. Meto la cabeza en el agua y comienzo a nadar sin preocuparme por nada. Alrededor de los 75 o 100 metros miro y veo a uno que va escapado y a mis lados nadie, solo 1 o 2 que vienen un poco detrás. De repente me di cuenta que iba entre los 4 ó 5 primeros de mi tanda, pero aquí es cuando uno se da cuenta lo duro que es estar delante. Sentí un manotazo en mis piernas y justo después alguien que me agarraba, me rompió el ritmo y a partir de ahí solo tuve problemas, chocaba constantemente con el de delante, el de al lado me golpeaba (que conste que me defendía) y encima de tanto luchar me entraba agua en las gafas. En fin que no cogía ritmo y no iba cómodo.
En la primera boya pillo el interior ( soy masoca, ya que ahí es donde caen todos los golpes al ser el mejor lugar) y de repente siento a alguien que me pasa por encima.........joder!!!! que coño pasa hoy soy una tortuga y todo el mundo me puede???? pero para mi sorpresa es el primero de la siguiente tanda que ya me ha recortado 2 minutos. La segunda boya paso del interior y la tomo más alejado.
Y por fin vuelvo a nadar bien, hay mucha gente pero consigo un ritmo y sin darme cuenta estoy en la tercera boya tomándola pegado al interior y sin ningún golpe. Ya veo el final solo tengo que alcanzar la cuarta boya y nadar los últimos 50 metros hasta el muelle.
En este tramo me desvio un poco pero afortunadamente rectifico rápido. Paso la última boya y de repente siento algo que no había sentido la otra vez. Era corriente en contra, nadaba y no tenía la sensación de avanzar, veía el muelle y no llegaba. Esto me hizo comerme la cabeza y pensar que había tardado mucho por la lucha, el desvío nadando y la corriente. Finalmente hice 15:37 siendo el 199 en este tramo, teniendo en cuenta que no he entrenado ahora estoy contento.
Salí del agua y vi que no había puesto el cronómetro, así que lo puse en marcha. Hice la transición bastante bien y me preparé para afrontar mi peor tramo, el de la bicicleta y encima con una bicicleta que nunca había probado. Temeroso me monto y encaro la primera subida a las pistas de tenis. Las sensaciones no son buenas pero sabía que eran 23 km y esperaba que cambiaran. La primera subida a Garabitas intento hacerla rápido pero hacia la mitad veo que no voy bien y que es mejor poner un ritmo y hacer la bici como se pueda. Además la primera bajada voy con miedo de caerme y no arriesgo.
La segunda y la tercera vuelta son totalmente a ritmo en la subida sin preocuparme el tiempo, pero desmotivándome porque no deja de pasarme gente, y ahora sí arriesgando en la bajada e intentando coger rueda en el llano. Y esto hay que contarlo, cuando voy a terminar la zona de bici y voy a entrar en la transición veo a la jueza diciendo que frene para bajarme, y yo con un par de huevos digo: "o la gloria o al suelo". Paso la pata por encima y me tiro como un profesional. Para mi sorpresa lo había conseguido, no me caí pero no había nadie para verificarlo, excepto esa jueza que se asustó de mi velocidad y habilidad....jaja. Al final 56:45(388) en estos 23km.
Acabé realmente cansado, mucho más que el anterior y con la sensación de haberlo hecho mal. Con el paso de las horas y al ver la clasificación me doy cuenta que he bajado 3 minutos 20" con respecto a octubre en algo que no he entrenado. Me mantengo en el agua donde estoy muy satisfecho, y sé que si quiero bajar mi tiempo debo mejorar la bicicleta alrededor de 6 minutos y apretar ó sufrir mucho más en carrera.
El próximo sprint tendrá como objetivo bajar de 1:40. Y El olímpico quedará pendiente para cuando me anime a entrenar la bicicleta que me da mucha pereza.
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