¿Conocéis la fábula de la liebre y la tortuga? Tiene tantas moralejas que es difícil quedarse con una. La confianza en uno mismo, la burla, el concepto de superioridad, infravalorar al contrario y la falta de respeto.
Pero también si la extrapolamos al mundo del atletismo podemos sacar la moraleja que tanto liebre como tortuga han finalizado haciendo un gran esfuerzo, cada una en la medidas de sus posibilidades. Una tortuga va a necesitar mucho más tiempo que la liebre para terminar la misma distancia pero probablemente el saborcillo que se le quedará en la boca sea más dulce al saber el esfuerzo que ha supuesto cada uno de los pasos cargando con el peso de ese cascarón.
