lunes, 4 de abril de 2016

CADA CAMISETA TIENE SU HISTORIA. MEDIO MARATON MADRID 2016.

Así sale el Medio Maratón de Madrid
Transcurría el Km 7 cuando de una conversación intrascendente con Javi y David salió un bonito título para esta entrada. "CADA CAMISETA TIENEN SU HISTORIA".

Y realmente es así, cada uno de nosotros portamos debajo de nuestras camisetas molonas y fosforescentes una historia sobre porque corremos y como nos sentimos al hacerlo.

Mi camiseta últimamente me mira incrédula cada vez que me la pongo. No se explica que antes disfrutáramos trotando (a mi ritmo fiel de 5:15) por las calles de las distintas ciudades y sin embargo ahora no consiga terminar una carrera con buenas sensaciones y sobre todo sin dolores en los pies. Mi historia del último año es la historia de una eterna agonía.

Pero como en la película del Renacido puedo decirle a mi querida camiseta: " Que yo, deportivamente hablando, he muerto pero estoy a pocos meses de renacer para volver a ser ese ágil alma sin dolor que antes disfrutaba corriendo".




Esa simple frase invita al lector a no seguir leyéndome. ¿Que tiene de interesante una crónica de sufrimiento? Pues que la mía no fue la única camiseta que transitó por las calles madrileñas, sino que fueron cerca de 18000 las que allí se congregaron para devorar los 21095 metros del MEDIO MARATÓN DE MADRID.
Quería volar a 1:43

Os presentaré algunas de las que allí se encontraban y que tuve el gusto de conocer y compartir kilómetros con ellas.

Hacia las 8:20 me encuentro con mi primo Pablo en la fuente del Ángel Caído del Retiro (lugar ya tradicional de quedada cuando una carrera se celebra en la inmediaciones de este gran parque.) Su camiseta es de un feo color gris y no refleja la furia y fuerza que dentro de ella se esconde. Ya que viene aquí a superar marca y a no dejar un solo gramo de fuerza dentro de su cuerpo. Esa camiseta es como el caballo de Troya, esconde al enemigo dentro. Al ser el objetivo de mi primo demasiado ambicioso simplemente estamos juntos hasta el inicio de la carrera. Junto al museo del Prado (mejor pinacoteca del mundo) me despido y le deseo suerte en su carrera. Siento que su camiseta me dice que lo va a lograr, y vaya si lo hizo destrozó el crono terminando en 1:43:45.



Y llegan tan frescos tras 21 km.
Alrededor de las 8:30 encontré a las dos camisetas que serían mis guías en carrera.
Javi y David vienen gestando ambos, como buenos hermanos, una bonita historia de superación. La de correr juntos un maratón y terminarlo. Sus camisetas desprenden un halo de tranquilidad, de saber que el objetivo del día de hoy es simplemente el de terminar a ritmo de maratón.

Cuando nos colocamos en la línea de salida los tres le comento a mi camiseta azul cielo que se fije en ellos dos y que les siga todo lo lejos que pueda.

De esta manera tan bonita salimos desde el Paseo del Prado, junto a Neptuno, camino de la Puerta de Alcalá pasando por Cibeles. Tal y como suponíamos la cantidad de gente que hay en el primer kilómetro y la subida impiden correr a ritmos altos pero la verdad es que no hay prisa.

Los primeros cinco kilómetros nos sirven para coger un ritmo estable, comprobar que el puente que pasa sobre la Castellana chirría y tiembla cuando miles de camisetas molonas pasan sobre él. Y por supuesto para comenzar a subir por Santa Engracia y saludar a los bomberos que están allí con sus camiones y sirenas animando como todos los años.

La subida hacia plaza de Castilla a pesar de ser entretenida por los cánticos de los grupos de camisetas amarillas o rojas, también llamados brigadas paracaidistas, se me está haciendo larga. Hacia el km 8 tengo que callarme y ponerme el objetivo de llegar a Plaza de Castilla con David y Javi que no paran de hablar ni un segundo.

Tras pasar Plaza de Castilla sé que a pesar de las molestias sino aceleramos mucho voy a poder seguir a estos dos locos. Son benévolos y aunque aceleran no se pasan de ritmo y puedo continuar junto a ellos. Del tramo que lleva desde el km 11 al 15,desde Pío XII a Príncipe de Vergara, no tengo mucho recuerdos salvo el de ir descontando kilómetros y vigilar constantemente el dolor de mis piernas.

El avituallamiento sirve para que David y Javi se escapen unos metros, mi camiseta tira de orgullo con fuerza para seguirles, aunque mis pies ya no pueden. Giramos cerca del retiro y volvemos a Menéndez Pelayo para bordear el parque antes solo utilizado por los reyes y que afortunadamente ahora disfrutamos todos los madrileños. Veo las espaldas de Javi y David y sé que con un ligero sprint les pillo, pero soy prudente y sigo guardando para subir.
A la altura del km 18 dejo que mi camiseta se libere y tire con fuerza para atraparlos. Me pongo a su lado y tras vacilarme sin ningún respeto por parte de los dos (que si objetivos cortos, que siga mis consejos que para mi no valen,etc) me despido. Es el momento de olvidarme de seguir esas camisetas, llevo muchos kilómetros sufriendo y vienen los dos últimos kilómetros que suben desde Atocha al Retiro por Alfonso XII. Ellos ahora mismo son guerreros curtidos en mil batallas y yo un simple oficinista que pasa el día sentado, así que pongo el ritmo tortuga y poco a poco voy viendo desaparecer esas espaldas grises que también me han venido para hacer estos 19 km.
Se ve en mi cara como disfruto. Lo mejor de la foto la puerta de Alcalá

Tras el largo sufrimiento llego a la entrada del Parque del Retiro, pero para mi sorpresa al comprobar el reloj veo que no voy a bajar de 2h. Una pena pero por segunda media se me escapa por segundos, aún así he llegado y siempre terminar una carrera es motivo para celebrarlo. Así que a pesar de tardar 2:00:43, me dirijo hacia David y Javi para que sus camisetas me susurren que hoy han ganado con 1:59:42.

Como colofón solo decir que tras la carrera te encuentras con un loco sin camiseta que te dice que se ha metido hoy 31 km para las piernas, porque ha corrido 10 km antes de la media y que encima acaba de batir su marca de Media maratón haciendo la media de Madrid en 1:50. Como un cencerro mi amiguete Pablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario