MEDIO MARATÓN DE SEVILLA 2017

Sevilla es una ciudad de olores y sonidos. De aromas a naranjos, a incienso, a cruzcampo glacial, a caballos, a menudo, a gambitas de Huelva o albero. Y sonidos flamencos, de guitarras, castañuelas, tambores de semana santa y palmas al compás de 3/4.

Sevilla es una ciudad para vivirla con todos los sentidos.

Así que cualquier excusa para visitarla es buena. En mi caso que una parte de mi familia vive allí.

Viendo desaparecer a Pablo en el km 16

En el fin de semana en Sevilla nos hemos juntado casi toda la familia, y hemos hecho lo que más nos gusta que es chacharear junto a unas cañitas y unas raciones. En esas largos festines gastronómicos nos encontrábamos 4 corricolaris. Mis primos Jaime, Álvaro y Pablo y un servidor que el domingo por la mañana nos íbamos a enfrentar a la media maratón de Sevilla. Y nos hemos puesto máscaras cual gladiadores mexicanos para ocultar nuestras carreras.😂😂😂. Álvaro ha pasado el fin de semana diciendo que estaba mal de la rodilla, Jaime diciendo que no iba a ir ni a correr porque le dolía la tibia, yo que pasaba de ir solo y que me iba con Jaime a dos horas y Pablo que él iba con su hermano. Lo dicho pura hipocresía runner.

La carrera este año la han adelantado a las 9:00 de la mañana cosa que pese al madrugón creo que es un acierto porque molestamos menos y además evitamos el calor. Porque en Sevilla como te salga un poco el sol te pones a 20ºc y el cuerpo no está acostumbrado.

La mañana se levantó espectacular para correr. 10ºc y nada de aire, además las nubes que iban y venían tapaban el sol, así que no había excusa. Recorrido llano, pero cuando digo llano es llano de verdad, ni una cuesta. La bajada más importante la de entrada al estadio olímpico final de carrera.

Este año por fin el aparcamiento ha estado señalizado correctamente y hemos podido dejar el coche bien aparcado. Sin problemas nos presentamos los cuatro en la salida acompañados por los cuatro valientes que se han levantado a animarnos y que luego no nos vieron en toda la carrera😂😂.

Volando por la Barqueta

Salimos desde la isla de la Cartuja con dirección al barrio de Triana. Los tres primeros kilómetros son aburridos junto a una autovía. El primer kilómetro todavía llevamos máscaras de guerreros y sale a 5:30. Seguimos todos juntos. Pero tras pasar el km2 a 5:15 Jaime decide descolgarse para terminar sobre dos horas.

Yo decido seguir con Álvaro y Pablo hasta donde pueda para pasar el menor tiempo posible en soledad. Pero justo entrando en Triana Álvaro aumenta el ritmo y se va despegando. PAblo y yo nos quedamos sorprendidos pero pensamos que bajará el ritmo más adelante. Vamos a ritmos de 5:00 el km y estamos cómodos así que seguimos disfrutando de la ronda de Triana, recordando sitios, bueno mejor dicho bares donde las múltiples escapadas familiares a Sevilla suelen visitar. Llegamos a la torre Pelli que marca la entrada a la isla de la Cartuja para hacer unos tres kilómetros y salir por el puente de la Barqueta.

TORRE DEL ORO

Empieza la parte bonita de la carrera, pienso que aquí Pablo se va a escapar porque se que va sobrado, pero sigue a mi lado. Pasamos junto a la Maestranza con su olor a albero,  vemos de cerca la preciosidad de la torre del Oro, enfilamos la larga calle que lleva al parque María Luisa aunque este año sin calor es más llevadera. Entramos en el parque para pasar frente a la plaza de España, muchos ánimos, aplausos con ritmo, guitarristas tocando. Adiós plaza de España. Hola Giralda. Mirada abajo para no tropezar con los raíles del tranvía.

Aquí está la Giralda custodiada por sus carruajes de caballos que hoy nos miran con asombro equino. Los naranjos del patio de la catedral desprenden su olor en esta zona que se entremezcla con el aroma de los bares recién abiertos para que desayunen los turistas que nos hacen fotos. Somos los únicos que conseguimos robarles a esos japoneses unas fotos de sus cámaras que tenían guardadas para tirárselas a la Giralda.

PLAZA DE ESPAÑA

Entramos en la calle Siérpes con sus comercios aún cerrados. Los baldosines de esta zona céntrica están destrozando mis pies. Eso y que me he olvidado las zapatillas de correr en Madrid y llevo puestas unas que no uso desde Marzo. Pero en el kilómetro 15 ya no hay excusa. Tras pasar por la zona del ayuntamiento, por la plaza de las famosas setas, comienzo a despedir a mi primo Pablo. Han sido 16 kilómetros muy bien acompañado, quince más de los que pensaba ir con él.

MAJESTUOSA LA GIRALDA

Vuelta a la Cartuja de Jaime

Con lamento empiezo a comprobar que la media se va a terminar. Estamos llegando junto a la Macarena, su fragancia a incienso se huele a doscientos metros de la iglesia, y tras esto solo queda subir la Barqueta, con una batucada espectacular, para volver a la Cartuja y enfilar la mítica entrada al estadio olímpico que tantas cosas ha vivido conmigo.

Giro y meta al estadio

Creo que la puerta sur ya me conoce y por eso cuando me ve venir cruzando bajo el puente del Alamillo me comienza a atraer cual imán. Y por fin estamos en la entrada de meta más bonita del mundo. En ese túnel que tanto me hace disfrutar y que saca mi lado cavernícola aullador. Ese grito bajando es espectacular, apoyado por la gente que te rodea. Y el final del túnel desembocando en la mítica pista Sevillana, hoy olvidada y descuidada, llena de otros corredores que te gritan y te animan. Los últimos 300 metros de Sevilla son puro disfrute, y cuando llegas en 1:49:53 y vuelves a bajar de 1:50 después de un par de años sin hacerlo se te levanta una sonrisa que dura días.

fotos del diario de sevilla, abc y facebook del medio maratón sevilla

Tras quitarnos todos las máscaras comprobamos que nadie cumplió lo dicho entre el viernes y sábado con decenas de cervezas en el cuerpo. Álvaro termino en 1:45, Pablo voló los cinco últimos kilómetros e hizo 1:47 y Jaime que estaba retirándose 12 horas antes del comienzo de la carrera y que salía para terminar en dos horas llegó en 1:53. Lo dicho hipocresía runner aunque una hipocresía sana y motivadora en el mejor lugar del mundo, SEVILLA. Hasta el año que viene ESTADIO OLÍMPICO.