martes, 19 de diciembre de 2017

MEDIA MARATÓN Y 10,5KM DE GUADALAJARA



No es casual la fama de dura y exigente que se ha labrado esta media maratón. Cuestas cortas pero de pendientes considerables desde el inicio al final. Y cuando hablamos desde el principio es hablar desde los cuatrocientos metros iniciales hasta doscientos metros antes de llegar a meta. Conseguir auparse hasta la última glorieta del Quijote es síntoma de haber conseguido subir la última cuesta y ver la línea de meta.

Mi suerte infinita en sorteo de dorsales hizo que me tocara un dorsal para la media de Guadalajara. Actualmente no entreno lo suficiente para acabar ninguna media e indudablemente menos una con estas características. Por ello decidí ser sensato y utilizar el código para apuntarme a la carrera de 10,5km, de esta manera acabaría sin dejarme el alma por tierras alcarreñas y conocería esta ciudad y su mítica media.



Antes de comenzar la crónica es digno alabar la labor excelente de esta organización. Mucha información por redes sociales antes de la carrera y exposición de dorsales semanas antes de la carrera para poder subsanar posibles errores.

Pero si ese mero hecho ya merece la pena ser reseñado como no hacerlo de su labor el día de la carrera. Bolsa muy generosa, medalla para las dos distancias, avituallamiento en meta espectacular, voluntarios en cada cruce, vestuarios y duchas en meta. En definitiva organización de 10 o matrícula de honor.

El día de la carrera amaneció fresquito como corresponde a estas fechas. Temperaturas inferiores a 0 grados nos acompañaron a la hora de recoger el dorsal, lo que hizo que se agradeciera quedarse un ratito en el coche con la calefacción.

¡PERO SI ES CUESTA ABAJO!. SÍ PERO ES LA ÚNICA DE LA CARRERA Y ES LA SALIDA Y META
A las 10:30 y tras una batucada que animó el ambiente para entrar en calor salimos camino de las calles empinadas de Guadalajara. A los pocos metros primera cuesta, corta pero con pendiente. Conocedor de mis limitaciones sé que este recorrido me perjudica bastante. Soy como esos coches modernos que ponen un ritmo fijo de carrera y lo lleva hasta el final, pero en un circuito de dientes de sierra como este puedo morir en el intento de correr demasiado. Así que voy lo más despacio que puedo.

Cuesta tras cuesta y descenso tras descenso nos aproximamos a la altura del kilómetro 5,5. Lamento no saber las calles, pero aseguro que la visión de esa cuesta con tal pendiente no la olvidaré en tiempo. Doy gracias a mi conciencia por haberme apuntado a dar sólo una vuelta porque no me puedo imaginar subiendo esos 300 metros en el kilómetro 15,5.
Yo esa iglesia no la ví.😂😂. www.picrun.es

PON CARA DE SUFRIR.www.tufotocorriendo.com
Mejor de lo esperado corono semejante desnivel y relajo piernas para dejarme caer. Desde aquí un continuo sube y baja aunque mi cabeza simplemente recuerda la cantidad de subidas que veían mis ojos.

Sabía que llegando al final de la carrera había una subida larga pero no recordaba donde empezaba. A la altura del kilómetro 7,8 comenzó la subida que nos llevó a la meta, no tenía pendiente como las anteriores, excepto una cuesta entre dos rotondas, pero en una segunda vuelta debe ser un tramo horrible con las piernas cansadas.

Al final de una larga avenida vuelve a aparecer una subida considerable, no podía creerlo íbamos a terminar la carrera subiendo, no había respiro. De nuevo ritmo cómodo pero sufrido y cual caracolillo llegamos hasta los pies lustrosos de Don Quijote. Ahora si que hemos tocado cima. Vemos la bajada de dónde salió la carrera y los arcos de meta. Hacemos los 200 metros más rápidos de la carrera para terminar en 56:12.

El trabajo había salido mejor de lo esperado. Me consideré de los afortunados por no tener que volver a hacer un recorrido que me hubiese matado desde la cuesta del km15. Eso sí abandono Guadalajara con la idea de volver un futuro mes de diciembre en el que esté muy fuerte, y así poder reventar a base de pisadas las calles de Guadalajara en 21 kilómetros.
















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