miércoles, 29 de noviembre de 2017

MEDIO MARATÓN DE CÓRDOBA

MEDIO MARATÓN CÓRDOBA
PONER PIES EN POLVOROSA: Huir rápidamente de algún sitio.

Definición que jamás acompañará a un lugar tan hermoso como Córdoba. Sus callejuelas del casco histórico que bordean la mezquita, sus patios de flores, la simpatía de su gente ó su gastronomía son los atractivos básicos de una ciudad que ofrece cientos de cosas con las que te será imposible poner los pies en polvorosa.



A eso le acompañas una media maratón elegante, fina y guapetona con una organización de las mejores que he vivido, y el resultado que te sale es que debes acudir un fin de semana a disfrutar de esta maravillosa ciudad.

VISITA CULTURAL
Y Córdoba y su historia se disfruta mejor en la compañía de amigos y familia. Así que el viernes comenzamos a llegar hasta allí unos cuantos locos del running. Pablo y Elsa con su pequeña viajera. Fer y Eva. Alicia. Raúl y familia. Nosotros cuatro. Y por último Álvaro que apuro el fin de semana en Madrid y llego el sábado para comer.

En el momento que conseguimos juntarnos todos la cosa comenzó a ponerse tensa. Pero no en el nivel atlético sino en el gastronómico. Aparecían raciones por todos lados, cervezas fresquitas, cubatas de todo tipo, licores. Básicamente la dieta necesaria previa a una media maratón.
ALGO COMIMOS. JUGUEMOS A ADIVINAR LOS PLATOS.

Y realmente no estábamos ninguno muy católico para correr 21 kilómetros. Podemos exceptuar a Raúl que viene de correr el maratón de Alcalá, y a Álvaro que viene de terminar los 100km de Madrid-Segovia, y nos quedan cuatro corredores que estábamos más para animar que para correr.

PROCESO HIDRATACIÓN PRE MEDIA MARATÓN
Y el primero un servidor que lleva apuntado a esta carrera desde Junio y se presenta en la salida sin haber realizado un entreno de más de 11 kilómetros desde el mes de Abril. El segundo Pablo que llegó malo del estómago y en un estado físico regular. Fer que se quejaba de dolores múltiples en su cuerpo y amenazaba con retirarse y Elsa a la que su función de madre le impide compaginar todo lo que quisiera su labor de corredora.

Pero bueno esas eran las condiciones y nos valdrían para terminar.

La media hay que destacarla obligotoriamente por varios puntos. El primero la organización.
Excelente feria del corredor, rápida y sin agobios. Dan cena de la pasta pero no puedo opinar porque no fuimos. E increíble organización el día de la carrera con amplios avituallamientos, ropero de los mejores que he visto, cerveza y bocadillo en meta. Espectacular reloj de meta colocado sobre el monumento............. visible desde el otro lado del puente romano.
VISTA DE LA LÍNEA DE META

Pero ante todo sobrecogedor el apoyo del público en determinadas zonas de Córdoba. El paso por la plaza de las Tendillas con dos kilómetros de apoyo continuado pasando por un pasillo humano y la bajada del kilómetro 19 con otro pasillo repleto de vítores y ánimos.

LA CARRERA

El domingo desde las ocho de la mañana estaban repletas las calles de corredores desayunando. Temperatura perfecta para correr en manga corta. Desayunamos Álvaro y yo juntos aunque menos de lo esperado ya que el estómago aún nos pasaba factura de la noche anterior.

Tranquilamente nos fuimos adentrando por las calles de la judería que bordean su mezquita hasta llegar a la puerta de esta. Estábamos junto a la línea de meta. Decidimos recorrer el tramo vallado por el que pasaríamos los corredores al finalizar porque en el plano parecía muy largo.

Y dimos fe que era largo. Pero muy bien organizado. Se pasaban varios puntos de avituallamiento, se bajaba hasta una avenida ancha en donde podríamos recoger el bocadillo, estirar, tomar unas cervecitas ir al ropero y llegar cerca del polideportivo que tendría las duchas.

A final de este hermoso paseo encontramos la avenida dónde daría comienzo la carrera.

Una enorme Batucada animaba los prolegómenos y subía la adrenalina previa a la carrera.

Intentamos quedar con Pablo, Elsa, Raúl y Fer pero fue imposible coincidir entre una multitud de 8300 corredores. Así que nos colocamos junto al globo de 2 horas y esperamos a que dieran la salida.

A las diez en punto salíamos por una amplia avenida que aún así era insuficiente para todos los corredores. No teníamos prisa y fuimos en ese ritmo hasta que se despejara la calle. En mi caso tenía claro que seguir a Álvaro iba a ser imposible, en algún momento acabaría acelerando y alejándose.
foto salida Abc sevilla

En el kilómetro 3 nos encontramos con Paloma y los peques que están gritándonos y esperando que les choquemos la mano. Cruzamos el puente y comenzamos a subir el ritmo camino de una larga calle cercana a un polígono. En mi despiste continuo olvidé el gps, así que ni sabía ritmos ni kilómetros. Cada cierto tiempo mi primo me cantaba el kilómetro y el ritmo. Tenía claro que no iba rápido y aún así no me encontraba cómodo para aguantar 21 kilómetros a esa velocidad.

En un pequeño repecho pasado el kilómetro 10 mi primo se adelanta y pienso que lo pierdo. Pero mira hacia atrás y me espera, aunque casi se mata con un cono. Poco más adelante y con el sol en nuestra cara escuchamos un grito, al mirar hacia la acera vemos a Eva, Alicia y Ana que están esperando para ver pasar a los cuatro magníficos que viene por detrás juntitos.

Y llega el mejor momento de la carrera. La llegada a la zona centro de Córdoba significa la aparición de miles de personas haciendo un pasillo de gritos y ánimos que aceleran el pulso y el ritmo. Dura casi dos kilómetros y nos levanta una sonrisa permanente en el esfuerzo, y creo que el mío en este momento ya era evidente.

De repente de entre la multitud aparecen dos pequeños brazos. Eran mis hijos y Paloma que no me habían visto. Me paro y me doy la vuelta para saludarlos. Besos para todos que con sudor saben mejor y recuperamos el ritmo para coger a Álvaro que ha aflojado para esperarme.

Por fin y casi a la altura del km 13 mi primo decide que es momento de dejarme. Se marcha veloz entre la gente y empieza mi parte dura de la carrera. Ya sé que no tengo las fuerzas necesarias para terminar sin parar. El objetivo de 1:52 se me olvida de la cabeza aunque realmente nunca lo tuve claro y menos sin reloj.

Ahora realmente sí quería poner pies en polvorosa, pero tocó regular en el último tercio de carrera, aguantar un ritmo en teoría cómodo aunque realmente me costaba horrores. Y parar a recobrar el pulso las menores veces posibles.

En esta ocasión me tocó andar un par de veces en el kilómetro 15,5 y en el 18,5. Era lo que tocaba, en la media se paga no entrenar. El tramo final en bajada que pensaba que sería puro disfrute fue sufrimiento a pesar de hacerlo a 5:34, en teoría ritmo cómodo. Sin embargo en el puente me relajé completamente y disfrute de esas vistas espectaculares de la meta con la mezquita de fondo. Conseguí terminar en 1:56:45, que fue más tiempo de lo que pensaba en salida aunque mejor de lo que merecía por entrenamiento.




Los demás del equipo fueron superando sus problemas de estómago, falta de entrenamiento o dolores musculares para terminar la media de Córdoba en sus objetivos.

MONTES DE ANDÚJAR
Indudablemente tras la ducha tocaba disfrutar de la cerveza y comida andaluza, aunque en esta ocasión aprovechamos el viaje de vuelta a Madrid para parar en Andújar y subir camino del Santuario a comer una carne de ciervo que la cocinan como en ningún lugar. Palabra de hijos de Ilurgitanas.













           



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