CARRERA APOYO A MADRID 2020

Pues inexplicablemente había dejado pasar comentar esta carrera de junio, pero como queda un día para la elección de la ciudad que celebrará las olimpiadas en 2020 puedo contarla.

Por tercera vez íbamos a hacer una prueba juntos Paloma y yo. Pero esta vez en lugar de correr de día íbamos a correr por las calles de Madrid por la noche. El recorrido prometía divertirse, con salida en el retiro, bajando a cibeles y subiendo hasta el mítico estadio Santiago Bernabéu y vuelta de nuevo por la castellana hasta la plaza de Colón.

Además esta vez habíamos quedado con Pablo y Elsa y algunos amigos suyos, lo que hizo que fuéramos un grupo importante.

La carrera estaba organizada por el diario Marca y aspiraba reunir 30000 corredores. Yo desconozco el número de camisetas que regalaron (luego hubo que pagar 1€ por ellas) pero desde luego allí no estábamos más de 10000 personas, y lo digo con conocimiento que esa misma salida la he hecho en la media de Madrid y siendo 18000 éramos muchos más que ayer. De todas formas la prueba era no cronometrada y por lo tanto no competitiva.

Nos colocamos en nuestro cajón rojo, había 5 colores de camisetas (una por cada aro olímpico) y esperamos la salida. Decidimos ir a nuestro ritmo y dejamos escapar a todo nuestro grupo de amigos, Paloma y yo iríamos más tranquilos al ritmo que ella se encontrara cómoda.

Fuimos disfrutando la bajada hacia la puerta de Alcalá, con su grito por el túnel como esta mandao. Llegamos a Cibeles u nos tiramos una foto con la diosa, recordando también la carrera de la mujer con las vistas de gran vía, nuestra primera carrera.

Y a partir de aquí empezamos a subir la Castellana, aquí se notó la falta de gente corriendo, íbamos al final y en ocasiones nos parecía ir poco arropados, cuando estás empezando a correr se agradece ver a más gente a tu ritmo.

Pronto nos convertimos de los últimos del pelotón, recibíamos muchos ánimos gracias a mis orejitas y lazo rosa fosforito, pero también era una presión extra.

La subida se le empezó a atragantar a Paloma y decidimos que como era una carrera no competitiva y nos estaban esperando en Colón, nos daríamos la vuelta en Nuevos Ministerios, perdiendo 1 km. Pero de esta forma volvíamos por la castellana hacia abajo y aunque a Paloma le costaba motivarse entramos en un grupito con gente de nuestro ritmo y bajamos rápidos y veloces cual gacelas (7min/km) hacia Colón.

Mira que han puesto la estatua en medio de la calle y bien alto para que se vea, pues Paloma no la veía, iba muerta. Por fin llegamos y entramos celebrándolo. Justo en la línea de llegada recibimos el último grito de aliento, era Pablete que estaba por allí devorando Powerade como si hubiera corrido un maratón.

Tras parar el crono en 1h01´decidimos que lo mejor era cambiarse y recordar viejos tiempos por Alonso Martínez recuperando fuerzas en el 100 Montaditos.

Una Noche diferente.