martes, 2 de junio de 2015

CARRERA LIBERTY

No suelo acudir a casi ninguna carrera que se celebre en Madrid capital. El motivo es muy sencillo, muchas empiezan y terminan en puntos diferentes lo que me obliga a pagar el metro. Comienzan a las 9 de la mañana lo que me lleva un madrugón importante. Pero sobre todo por el rollo de tener que desplazarme un día para que me den la camiseta y el dorsal. Esta moda me parece un incordio para los que vivimos en la periferia además de la pérdida de tiempo y dinero que supone.

Aún así tenía ganas de correr la Liberty principalmente por su carácter integrador. Parte del dinero va destinado al deporte paralímpico y junto a todos los atletas corren atletas con diferentes tipos de minusvalía.



Así que la mañana del domingo la dedicamos a corretear por las calles de la capital. Después de dos semanas constipado y sin poder entrenar bien no quería forzar. Así que a pesar de disputar a lo largo del año solo un par de carreras de 10 km está iba a ser tranquila y para disfrutar, intentando no ahogarme por un ataque de tos.

Sobre las 8:30 llegué al Palacio de los deportes y me encontré con mi tío Jose y mi prima Cristina que iba a debutar en la carrera de 10 km. Recogí las camisetas de los niños y dejamos las cosas en el ropero.

La calle de la salida estaba abarrotada, masificada o llena de gente, lo que hacía imposible poder situarse en ningún cajón, 9000 personas dicen que corrían, yo ya no estoy acostumbrado a tanta gente. Decidimos esperar en la acera y cuando dieron la salida y la masa de gente avanzo pudimos entrar en la carretera para pasar bajo el arco de salida.

Para mi sorpresa se puede correr desde el principio, así que me despido de mi tío y Cristina que van a ir a otro ritmo y me marcho. La carrera no tuvo mucho misterio, los dos primeros km son en bajada desde Goya a la Cibeles. Luego subimos por el lateral de la Castellana (no cortaron la calle, solo el lateral) hasta el Bernabeu. El final de la subida por la Castellana se me hace larga y noto la falta de forma física.

Tras pasar el avituallamiento y correr junto al estadio del Real Madrid afrontamos la subida de Concha Espina, la más dura. A ritmo pausado se sube y desde allí por la calle Príncipe de Vergara bajamos como motos hasta la meta. Al final 51:55, regulando bien en la Castellana y dejándome llevar por la masa en Príncipe de Vergara.

Lo mejor de la carrera como comenté al principio correr junto a corredores amateurs en silla de ruedas, handbikes (que sufrían en las subidas) o ver a profesores y monitores ir corriendo  acompañando a grupos de 5-6 adolescentes con síndrome de down o retraso mental. Y mientras los demás corredores no dejábamos de aplaudir sus ganas de superarse y demostrar que ellos también pueden disfrutar corriendo.

Tras la carrera toco esperar a mi tío y Cristina que pulverizaron su previsión y terminaron en 1h:17. Dejando la satisfacción en la cara de mi prima y las agujetas en las piernas,jaja. Luego dejamos que los niños corrieran las carreras infantiles, aunque bajo mi punto de vista fueron bastante caóticas con mucho descontrol a la hora de la recogida de los niños, a veces me sorprende que no ocurran cosas más graves.




otra medalla. Ya tiene más que yo.


Y después había que hidratar como toda buena carrera con unas cervecitas.
hidratando

Esto fue la Liberty, ahora tendrá que volver a pasar mucho tiempo para que las calles de Madrid me vuelvan a ver en otra carrera de estas características, quizás el medio maratón de Madrid en Abrilde 2016.


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