Esta entrada tenía que ser bastante diferente a lo que al final será. ¿Por qué?.
Pues por dos motivos:
1º. Iba a ser mi primera carrera como veterano A.
2º. Tenía que contar un medio maratón y no un 10 km.
¿Y que ocurrió? Pues nada que la puñetera fascitis plantar no deja de fastidiar y ha llegado el momento de escuchar a mi cuerpo y dejarle descansar. Por muy cabezón que me ponga el pie no se va a curar saliendo a correr menos días o más lento y por esto necesita un descanso total para que se recupere.
Me presenté en Fuenlabrada con la idea de correr a un ritmo no muy exigente pora terminar bien la media maratón. La experiencia del año pasado me decía que solo tenía la parte del carril bici en subida y que si ese tramo lo hacía despacio podría superar la media sin mucho esfuerzo para mi pie. Además los días que había salido a entrenar tras el maratón de Berlín habían salido tiradas a buen ritmo y sin mucha molestia.
Así que cuando Pablo me comentó de ir a correr la media juntos me pareció buena idea. Sabía que él estaba para correr mucho más rápido que yo pero ajustando un poco el ritmo podríamos ir juntos toda la media. Aparcamos en el parking de la Universidad y nos fuimos hacia la salida.
El recorrido es a 2 vueltas, comenzando en la universidad, transitando por el barrio del hospital y cruzando hasta el barrio de Loranca para volver hacia la salida.
A las 10:00 comienza la prueba, somos 2000 personas y coger el ritmo es difícil. El primer km situado a la salida de la Universidad nos sale a 5:20. A buen ritmo vamos zapateando por el barrio del hospital. A Pablo se le ve suelto pero yo no me quiero lanzar. Cruzamos por un puente hacia Loranca y con la bajada nos vamos a ritmos de 5:08.
Le comento a Pablo que para mi el ritmo es demasiado alto y que aunque voy bien voy a bajar el ritmo que quedan muchos kilómetros. A la altura del km 4 en una calle en bajada voy sintiendo muchas molestias en el pie, y estoy más pendiente de como pisar que de la carrera. Tras pasar el avituallamiento del km 5 comienza la subida por el carril bici que te lleva hasta el km 7.
Aquí se nota la fuerza que Pablo tiene en las piernas y se va alejando con facilidad. En un par de ocasiones baja el ritmo para seguir juntos. El km 7 se encuentra en el puente que cruza de vuelta al barrio del hospital. La subida se me ha hecho más larga de lo que pensaba y ahora ya el pie molesta a cada pisada.
Comienzo a pensar en lo que me queda y aún sabiendo que lo podría terminar, decido que será un sufrimiento excesivo, además sé que Pablo no me dejará quedarme y que mi pie se resentirá toda la semana. Antes de llegar al km 8 le comento a Pablo mi decisión, "me bajo de la media maratón". No tiene sentido seguir forzando ni hoy ni más entrenamientos, ha llegado el momento de recuperarse bien y volver a empezar cuando no moleste.
Tras ello me cambio y me voy al km 19 a animar a todos los de la media y a esperar a Pablo. Otra experiencia para contar aquí. El tiempo voló animando a todos los corredores, era el único espectador que estaba allí y la verdad que todos lo agradecían. Sonrisas, pequeños gestos de agradecimiento, subidas de ritmo al sentirse animados. Bonita experiencia.
Al rato llego Pablo con buena cara y me dijo que le acompañara así que de nuevo a correr, aunque fuera con el chándal puesto, los 2 km que quedaban. Me puse al ritmo que me dijo y le acompañe hasta la entrada a la pista de atletismo donde llegó en 1:50:47, muy buen tiempo teniendo en cuenta que la primera vuelta fue reservándose conmigo.
Ahora a descansar y desempolvar la bici que lo de correr me parece que va a llevar tiempo. A ver si llegamos a Canillejas y sino a las San silvestres.
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