miércoles, 7 de marzo de 2018

10K VILLA DE TORREJON

                       "La curiosidad mató al gato".
Una frase que me sirve para indicar mi grado de cotilleo por carreras de primera edición. Me entra una especie de gusanillo explorador que quiere estar presente en esa prueba para probar todas las cosas.


En Torrejón había corrido más veces, carreras de la Constitución, Combidos ó en algún entrenamiento con mis primos por el parque Europa. Pero sorprendentemente en Torrejón no había una carrera organizada de 10 kilómetros.
Ante la primera edición de esta prueba se despertó interés y pronto tuve respuestas en mis primos. Nos apuntábamos los tres a correr por las calles de torrejoneras.
Lo que no podíamos imaginar es que estuviera lloviendo sin parar desde hacía una semana hasta un par de horas antes de la salida.
Las calles mojadas y un tiempo benigno nos esperaban para explorar esta nueva carrera.
A las 9:30 dan la salida desde la avenida de las Fronteras y para mi sorpresa nos encontramos con la primera subida, es un simple puente pero Álvaro y Pablo habían asegurado que era totalmente plano.

Los primeros metros sirven para comprobar que no respiro bien por el trancazo que llevo encima aunque voy mejor de lo que pensaba la noche anterior. 
Mi intención era disfrutar y terminar sin mayor interés en los tiempos pero el destino o la mala suerte quiso que el globo de 50 minutos se pusiera relativamente cerca en la salida y tuviéramos el reto de seguirlo.
La carrera transcurre por calles que mis primos conocen bien y me intentan explicar como es lo que voy a encontrar en el siguiente giro, pero realmente me da igual porque no me creo ya nada de lo que me cuenten. A la altura del kilómetro cuatro atrapamos el globo de 50´ mi primera intención es quedarme ahí y viajar cómodamente hasta la meta. No deja de ser una intención porque no han pasado ni doscientos metros hasta que dejamos la compañía del globo.

Km 7
Hemos conseguido ir los tres juntos hasta el kilómetro 5 pero parece que vamos a hacer cada uno la guerra por nuestra cuenta. Pablo alarga la zancada y comienza a desaparecer entre la gente mientras Álvaro y yo continuamos juntos. De manera inesperada en un cambio de calle mi primo se queda atrás y me quedo solo. Pienso que no puede ir muy lejos y que ya me pillará.

Pero mi escapada dura en solitario más de lo esperado. A partir del kilómetro 6 y tras subir la cuesta Risi de unos 100 metros, llego a terreno conocido. Estas calles las conozco y sé cuanto me falta. Pasamos junto a la casa de mis tíos y allí tenemos al más valiente de todos, el que a pesar del frío y el agua ha bajado a animarnos y tirarnos fotos, mi tío Pepe.

Corriendo sin esfuerzo en el km 9
km9. Viendo como se me escapa Álvaro
Y decía que llevaba flato. Pues yo le veo con buena cara.
Faltan dos kilómetros y se está haciendo largo, Álvaro me alcanza e intenta convencerme que no quedan dos kilómetros, pero mi reloj no engaña. Es la primera vez que lo miro y veo que voy con mucho margen con respecto al globo de 50 minutos así que decido aguantar para entrar en 49´.  Pierdo a Álvaro en el último kilómetro y tras un callejeo que se me hace eterno finalizamos en la plaza mayor de Torrejón. 49:17 me ha llevado. Mientras que a Álvaro (48:54) y a Pablo(48:10) les llevó un poco menos.

El recorrido no es bonito con muchas zonas de polígono aunque es verdad que es bastante llano. Tuvimos gente animando a pesar de ser por zonas desangeladas y que el tiempo no acompaño, se notaba mucho que había amigos y familiares en carrera. El tramo de meta el que tenía más animación y el avituallamiento final bastante bueno.

Birra time.
costillas para desayunar
Para complementar el avituallamiento nosotros decidimos irnos a las alpujarras y alargarlo. Fue de tal magnitud la hidratación que hasta Ana, Lara y Jaime se incorporaron a tomar cervezas. Sólo por la hidratación post carrera ya merece la pena volver el año que viene.


No hay comentarios:

Publicar un comentario