sábado, 5 de mayo de 2018

MEDIO MARATON GRANADA

fotos Ahora granada album de fotos aquí. ahora Granada
No sé la cantidad de medios maratones que he corrido. Siendo sinceros confesaré que tengo una tabla con los tiempos de todas las carreras pero me resulta tedioso perder algunos minutos en contar cuántas he disputado.

Albaicín. Alhambra. Bajada. Esto es la media de Granada
Sin embargo la media de Granada tendrá un recuerdo especial. Es con diferencia la media maratón más bonita que he corrido. Es una prueba para disputar con la cámara de fotos en la mano. Y no sólo por sus vistas, espectaculares, sino por la cantidad de público que sale a animar. Y animan desde el primer al último corredor.



La carrera se disputa un sábado por la tarde por lo que dispones de tiempo de hacer turismo por la ciudad, tapear o como hice yo estar en la playa que está a media hora en coche.

A las 18:30 ya estaba por las inmediaciones de la pista de atletismo del Núñez Blanca. Había muchísima más gente de la que imaginaba. El tiempo espectacular, calor pero con un poco de viento que refrescaba. Mi idea de inicio era hacer dos horas justas. Sabía que había dos cuestas importantes en el recorrido y con mi estado actual tendría que cuidarme para superarlas con tranquilidad.

Kilómetro 2. La única foto en la que aparezco.
Una vez comienza la carrera empiezo a acelerarme. El globo de 2 horas ha salido muy por delante mía pero sé que lo pillaré en poco tiempo. Los diez primeros kilómetros discurren por zonas residenciales, algún polígono, túneles y cuestas tendidas para salir de ellos, que hacen daño como la del kilómetro 7. Desde este punto vamos subiendo aunque no con mucha pendiente buscando la zona del paseo de la Cartuja que nos llevará a la primera subida importante hacia el Albaicín por la carretera de Murcia.

Al final del paseo de la Cartuja se ve un giro a la izquierda con gente animando. Los corredores que me rodean comienzan a cambiar el paso y a gritar que llega lo bueno, lo que me da una idea de que vamos a comenzar la cuesta. Mentalidad positiva y comienzo a mi ritmo. No debe ser malo porque voy alcanzando a gente y superándolos. Se me está dando mejor de lo que pensaba. Al salir de una curva de herradura veo un cartel que pone 500 metros a cima. Continúo a mi ritmo, giro en la siguiente curva y veo otro cartel que dice 300 metros, ¡IMPOSIBLE!. No era posible que sólo hubiese recorrido 200 metros. Me hundo. A falta de 200 metros y con unas vistas de Sierra Nevada repleta de nieve decido hacer ese tramo andando.

vistas desde el mirador de San Nicolás
fotos de Alfredo Aguilar ALBUM PERIODICO IDEAL. A.AGUILAR
En la cima rodeado por locales de tablao flamenco, con vistas de la Alhambra y comenzando el tramo de suelo empedrado, se agolpaban cientos de personas animando. Como si fuéramos los primeros, dándonos agua, empujoncitos, lo que hiciera falta. El primer tramo malo lo he superado decentemente. La bajada por las callejuelas del Albaicín son una continua sorpresa. En cada giro no sabes lo que te vas a encontrar. Gente animando, un avituallamiento (esto hay que destacarlo porque cada dos kilómetros nos encontrábamos uno), el paso por un arco morisco y su callejuela, otro giro y una cuesta. Y por fin el mejor momento de esta carrera. Alcanzar el mirador de San Nicolás. Repleto de turistas, de sus gitanas con romero que han parado de hacer sus trapicheos para animarnos, con sus vistas de la Alhambra. Todo lo que nos rodea hace que las piedrecitas del asfalto ni molesten en nuestros pies.

Bajando desde el Albaicín.
Bajada a tumba abierta, aunque en mi caso recuperando que sé que viene otra cuesta más gorda, en dirección a la Alhambra. Estamos en el valle que separa el cerro donde se encuentra la Alhambra y el cerro donde se encuentra el Albaicín. Espectacular correr a los pies de semejante monumento y si lo haces atravesando un pasillo de público y gente caminando por las calles lo vuelve más inolvidable.

Añadir leyenda
Mi mente corre pensando en la cuesta de Gomérez. Recuerdo las veces que he venido a Granada y sé que comienza cerca de la plaza Nueva. Pero jamás pensé que en la llegada a esta plaza iba a encontrar gente animando en segunda y tercera fila y haciéndonos un pasillo estrecho desde varios metros antes de la cuesta. No sé si se han dado cuenta que somos el grupo de 2 horas no los primeros.

Comenzamos a subir hacia la Alhambra
Con ese aliento comienzo la subida pero llego justo de fuerzas y subo 200 metros por el orgullo del ánimo recibido. No estoy en forma para subir o tan siquiera intentar subir. El resto de la cuesta es un quiero y no puedo, intento correr pero es más efectivo andar. El 8:24 de ese kilómetro demuestra que me la hice entera andando. Junto a los muros protectores de la Alhambra y sumido en la belleza del bosque llegó al final de la cuesta. Un espectador nos dice que ya sólo nos queda bajar así que me vuelvo a animar a correr. Voy pensando en la minutada de tiempo que me va a caer. Hace tiempo que no me preocupo en mirar el reloj en carrera.
primer tramo de la cuesta. Ahora al bosque a por el resto de la cuesta con la Alhambra a nuestro lado.

Centro de Granada
La bajada por asfalto se agradece, aprovecho para comer una naranja que cojo en la bajada y decido mantener el ritmo que me sea cómodo para llegar cómodo a meta. La noche ya ha llegado a Granada y comienzan a encenderse las farolas. Pensaba que el momento pelos de punta había pasado pero para mi sorpresa al llegar a la plaza de Isabel la católica nos encontramos otra vez un ambiente como el de la plaza nueva. Y nos acompaña por toda la zona del centro hasta llegar a la orilla del río que nos lleva al último avituallamiento en el km 19. Veo que dan plátano y aquarius y decido parar a tomarme uno para el esfuerzo final. Y fue un enorme error, porque cuando voy a volver a correr siento que se me han bloqueado las piernas. No consigo correr. Son cerca de 300 metros pidiendo a mis piernas que me dejen correr. Finalmente me junto a dos chicas y decido seguir su ritmo. Por fin vuelvo a correr y voy avanzando. En el km 20 me siento bien y aumento el ritmo para alcanzar la pista del polideportivo y terminar en 2:01.

El tiempo al final fue lo de menos. Mientras me recuperaba en el césped del polideportivo ponía en orden la cantidad de sensaciones que había vivido. El ánimo de la gente, la belleza del recorrido, la dureza de la prueba, la organización, los avituallamientos. El cómputo final me decía que había sido la mejor media maratón que había corrido nunca.





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