martes, 22 de mayo de 2018

I CARRERA RAYISMO



Me gusta ser meticuloso con las pruebas de diez kilómetros que elijo. Y cuando vi en el calendario esta carrera tenía claro que sería una de las que correría en 2018 a pesar de tener que ir a recoger el dorsal uno días antes, cosa que odio. Pero acabar dentro del estadio de Vallecas ya era suficiente aliciente para probar esta carrera que debutaba en el calendario madrileño.



La salida se demoraba esperando a que los organizadores dieran el visto bueno al corte de calles pero la gente sabe como dar ambiente y pasamos el rato cantando cualquier canción que se canta cada domingo dentro del Estadio de Vallecas. No lo dudéis ambiente a fútbol había más que en la carrera del derby de las aficiones.

Tras el pistoletazo de salida comenzamos la aventura. El único tramo que conozco es el primer kilómetro que coincide con el final de la San Silvestre vallecana popular. Y quizás ese desconocimiento hizo que cada curva fuese una sorpresa. Principalmente porque han elegido un recorrido donde no dejan una cuesta arriba sin pasar. La primera y quizás más complicada es la que lleva desde el kilómetro 1,5 hasta el km 3. Cada vez que llegas a lo que parece ser el final de la subida encuentras otra rampa.

Tras esto continuamos con los toboganes hasta el km 4.5 que bajamos en dirección al estadio. Ahora es el momento de compensar y con dejarnos caer alcanzamos una velocidad importante.

Las proximidades del estadio tienen gente animando, se agradece y tras el giro comenzamos una nueva subida en curva que se hace dura por no saber donde termina. Entrada a un parque y volvemos a bajar para callejear por Vallecas. Ni siquiera en este tramo vamos tranquilos, cada pocos metros encontramos una cuesta corta que nos recuerda que debemos volver a subir para llegar al estadio.

Y llega el último kilómetro que indudablemente es tal y como lo esperaba por lógica. Una subida sin fin en donde no veo el estadio y que se me hace muy larga. Además sé desde el km 3 que la carrera está mal medida y no me sirve de nada mirar el gps para calcular cuanto tiempo de esfuerzo me queda.

Aprovecho los ánimos de una voluntaria para preguntar cuanto nos queda y contesta: " ya CASI no quedan cuestas". Eso en mi barrio significa que todavía queda la cuesta que estoy subiendo y alguna más de regalo.

Y como viejo zorro que soy acierto, tras terminar la interminable cuesta del km 9 vemos el estadio y una última subida por la calle de uno de los fondos de Vallecas. Con honor y pocas fuerzas entrada al estadio en el que corremos la banda para terminar en 49:43. Aunque hay que ser sinceros y decir que le faltan aproximadamente 400 metros. Pero es verdad que termine contento el ritmo medio teniendo en cuenta la cantidad de subidas que nos tuvimos que zampar.

En general me gusto mucho el ambiente de la carrera y la bolsa del corredor pero sobre todo el recorrido exigente que siempre viene bien para salir de la monotonía del centro de Madrid. Queda apuntada como posible para repetir.

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