SAN SILVESTRE HUMANES

Las San silvestres siempre son divertidas y si las corres con tu hijo un poco más. Está carrera la corrí en su primera edición hace ocho años. Después cambiaron el recorrido y como no me gustaba decidí no volver a correrla. Y así han pasado los años hasta que Jorge dijo que quería probar la San silvestre de mayores.

Son 6,5 km por un trazado prácticamente llanos, es la misma calle en los dos sentidos en varias ocasiones y luego bajada a meta. Mirando el tiempo que daban para terminarlos pensé que sería capaz de terminarlos en el tiempo que establecían, pero al ir a inscribirlo mi sorpresa fue que no admitían inscripciones de menores de 16 años. Sinceramente en una carrera de seis kilómetros y con un ambiente popular creo que esa restricción de edad se puede bajar mucho más siempre que haya una autorización por parte de los padres.

Con la decepción de no poderle apuntar lo estuvimos meditando y finalmente decidí que en lugar de correr desde el principio podía correr la mitad de la prueba, de esta manera cuando se incorporase a correr habría más huecos, así no molestaría, y tampoco tendría que exigirse en una distancia que aún le queda larga.

Así llegamos a la mañana de la carrera, recogiendo el dorsal con una bolsa que me sorprende muy gratamente para el precio pagado. Camiseta bastante bonita, bebida isotónica, galletas, mermelada y gorro de papá Noel.

A las 7:40 recojo a Pedro en su casa y nos vamos trotando hacia la salida. Las calles continúan con la misma poca luz de todos los días, el alumbrado de este pueblo destaca por su escasez.

Y a las 20:00 toca ponerse en movimiento. Salida desde el pabellón deportivo y subimos la calle para adentrarnos en la avenida principal de Humanes y disponernos a dar una vuelta y media. Nada más entrar en la calle Madrid pierdo a Pedro que lleva un ritmo demasiado rápido para mi. Por la mañana había salido a rodar por el Madrid Río y los 11km se notan en las piernas. O eso pensaba en ese momento, después comprobé que hice los dos primeros kilómetros a 4:40 y eso para mi es ir rápido. Aflojé y corriendo en 5:00 iba más cómodo.

En el kilómetro 3,5 estaba Jorge esperándome y se vino conmigo a empezar su aventura. Como es normal ritmo rápido queriendo correr en el grupo en el que estábamos. Su primer kilómetro sale en 5:15. Le aconsejo que afloje que todavía queda volver la calle principal y subir el último repecho a meta.

Cuando salimos de la calle Madrid y enfilamos hacia la biblioteca empieza a darse cuenta que no queda mucho. Aunque le cuesta va bajando el ritmo y reservando fuerzas para la subida final. Su segundo kilómetro sale en 5:40. Aprieta en la subida y cuando por fin ve el arco de meta acelera para llegar a meta. Sin amor de padre debo decir que se controló más de lo que esperaba. Al llegar estaba eufórico y queriendo correrla entera el próximo año. A ver si con suerte conseguimos que le dejen apuntarse. Ahora en unos días la Vicalvareña.