miércoles, 26 de febrero de 2020

TRAIL COCIDO



Volvemos a la montaña y los caminos aunque esta vez con moderación, por lo menos en mi caso. Llevábamos tiempo buscando un trail que sirviera para ir aprendiendo lo duro que son las cuestas en la montaña pero que no tuviera tanta dificultad como para no querer volver a pisarlas.

Y el trail de Valdemorillo cumplía esos requisitos. 22km con +480m de desnivel. Todo correcto excepto los entrenamientos. Cada día entrenamos menos por diferentes obligaciones o pereza y eludimos hasta la cuesta del garaje, así que imaginaros como llegamos de fuerza para esta carrera.



Menos mal que nos trajimos a Jaime y Pedro para que hicieran representación del equipo.

Al llegar a Valdemorillo me sorprendió la cantidad de gente que venía para la carrera, junto a la salida había una amplia explanada pero ya estaba llena de coches, tuvimos que buscar otro lugar y una era pequeña que había por un camino nos sirvió para aparcar.

Los dorsales los traían Pablo y Elsa que cumplieron el ritual de llegar justos de tiempo. Nos encontramos en la salida y nos fuimos a la salida. Nos ponemos al final porque la única aspiración es no terminar últimos. Pero allí hay gente de las dos carreras la larga y la corta. Dan la salida de la larga y casi ni nos enteramos, tenemos que comenzar a esquivar a toda la gente de la otra carrera que aún no sale.

Perfecto estamos en el último lugar desde ahora sólo queda mejorar posiciones. En los primeros metros Jaime y Pedro aceleran y sabemos que ya no les veremos hasta el plato de cocido.

En este trail se comienza bajando hacia Villanueva de la Cañada, lo que hace que los tres primeros kilómetros te sirvan para ir cogiendo el ritmo y también para saber como va a ser la cuesta final para llegar a meta. Pablo para a mear y tiene el privilegio de ser adelantado por el pickup escoba, no es ni último estaba fuera de carrera. 😂😂😂

A la altura del kilómetro 4 comienza la primera subida. Pedro me lo había avisado en el coche que era pronunciada, éste tío se tiene estudiado el recorrido, y no me mintió. De momento hay fuerzas y ponemos el paso corto para ir superando corredores. A mitad de cuesta veo que he perdido a Pablo, Elsa y Raúl y decido esperar. El resto lo hacemos caminando. Es cierto que la cuesta era empinada.

Comienza una larga recta pronunciada y al estirar los pasos les voy perdiendo. Si bajo a su ritmo se me cargan demasiado las piernas. Y en ese momento empieza mi carrera en solitario.

Intento cuidarme para guardar fuerzas para la cuesta que aparece casi en el km 16 que es la importante de la carrera. El tramo que lleva hasta Villanueva de la Cañada es prácticamente hacia abajo aunque algún tobogán nos recuerda que en algún momento tendremos que volver a subir.

En el km 12 y ya en Villanueva tenemos el primer avituallamiento. Agua y fruta que agradezco como si no hubiera desayunado. A mi lo de los geles no me va pero unos plátanos y naranja siempre me alegran la carrera.

Después del pequeño parón seguimos dejando pasar los kilómetros. De momento me sorprende que las piernas vayan aguantando, aunque a la altura del km 14 ya no van tan sueltas como antes y queda lo peor. Con un esfuerzo se llega hasta las primeras rampas que dejan ver al final un pequeño cerro. Por lógica ese cerro tendremos que subirlo para llegar a Valdemorillo así que ya he descubierto donde están los 480m de desnivel.

Si ya había andado en las rampas que preceden al cerro imaginaros cuando llegué allí. Dos rampones con curvas en S que dejaban sin aliento incluso andando. Sobran kilos y lo noto en estas cosas. Suaviza un pequeño tramo donde está el fotógrafo, por eso parece que sé correr, y vuelve a subir.


Dos kilómetros nos ha costado subir el dichoso cerro. Ni me imagino como han subido corriendo por aquí Jaime y Pedro. Desde arriba miro el camino y no veo a Pablo, Elsa y Raúl. En el km 18 está el segundo avituallamiento será el km 18. Los voluntarios nos dicen que "sólo" quedan 4 km pero que alguna cuesta más hay, aunque con menos pendiente.


Comienzo a correr pero ahora si que las piernas no van como antes, el cerro me ha matado. En terreno llano sin mucha dificultad me cuesta mantener el ritmo e incluso tengo que andar. Ya voy mirando el reloj para descontar kilómetros e intentar animarme. Por fin a falta de 1,5km llegamos a la primera cuesta que bajamos al iniciar la carrera. Ni me planteo correrla. La subo andando al mejor paso que puedo y cuando llanea a falta de 400 metros vuelvo a correr para llegar a meta viendo a mi primo Jaime animándome ya duchado, vestido, merendado y de todo 😂😂 en 2h:23min. Jaime llegó el 53 de la general en 1h:47 que ya es correr. Perdro a su ritmo termino en 2h justas. Y reconozco que para mi sorpresa el trío formado por Raúl, Pablo y Elsa llegó en 2h 31min.

Después nos tomamos el cocido que da nombre a la carrera y que ofrece la organización que está sorprendentemente bueno y retomamos el viaje a nuestras casas.



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