lunes, 14 de diciembre de 2015

SAN SILVESTRE ALCORCON

Quien diría que estas caras son tras meternos un último km a full. Estamos con reyes
Hace un tiempo la época de Navidad era comer, beber, bailar y sobre todo engordar. Pero cuando te conviertes en corredor la Navidad significa también carreras de San Silvestre. Da igual que no se celebren el día 31 si son en el mes de Diciembre puedes poner a tú carrera el nombre de San Silvestre.

Hay algunas marcas comerciales que hasta han creado retos como la San Silvestrada para correr tres san silvestres en un día. Así que esto da una idea de que las san silvestres proliferan como las setas.

Yo me declaro un profundo enamorado de estas carreras. Por varios motivos, el primero el ambiente festivo y de jolgorio que se vive en ellas, segundo la animación que suelen tener por parte del público y tercero porque enfrentarme a ellas hace que quemé los excesos navideños. 

Este año a pesar de andar lesionado he decidido que son una buena manera de salir a entrenar y quemar las comilonas que me voy a pegar por eso voy a ir a divertirme entre 5 y 7 san silvestres. 
Esto se irá decidiendo con el tiempo según vayan respondiendo las mermadas fuerzas que me quedan.
De momento sé que van a caer además de la san silvestre de Alcorcón, la de Pedrezuela, Móstoles y Vicálvaro y la legua Navideña de Camarma. 

Este fin de semana corrí la San silvestre de Alcorcón. No parecía muy atractiva ya que es un recorrido a dos vueltas por un polígono y uno de esos nuevos barrios que construyen todos iguales con avenidas anchas, pero que un domingo a las 9 de la mañana te encuentras con él que baja al perro o él que va a por churros. Así que ya sabíamos que animación 0.

Cuando llegué allí coincidí con Dani y con David. Hacía tiempo que no les veía y la verdad es que en la media maratón de Pinto corrimos cómodos juntos. Me contaron que ya están preparando la maratón de Madrid  y que irían lentos. Sus ritmos lentos son mis ritmos rápidos. 

Como no tenía nada que perder les dije que les acompañaba 5 km y ya la segunda vuelta me iba yo a mi ritmo, que las historias de vamos lentos me las conozco.

Nada más salir está la cuesta más importante de la carrera. 400 mtrs que le ponen a uno a tono los músculos. Trotamos tranquilos y pasamos el primer kilómetro con cuesta mandando a la mierda los ritmos pactados (siempre igual). 
David como es costumbre suya desde que le conozco, y le conozco desde que tiene 10 años, no dejo de quejarse en toda la carrera. Que si íbamos muy rápidos, que no le hacíamos caso, pero la cuestión es que no se callaba y cuando tiraba del grupo no aflojaba.

La primera vuelta la terminamos en 25:45 y llegamos a la conclusión de que no tenía ambiente ni por el público ni por los corredores ya que nadie iba disfrazado ni de fiesta. Se llama San Silvestre pero es como una carrera en el mes de Mayo. Y con respecto al recorrido lo peor era la subida que había nada más pasar el arco de salida, luego bajas tienes un falso llano y un último km con 500 metros de bajada para ir a cuchillo.

Empiezo la segunda vuelta y pienso que si estos no aflojan en la subida me quedo. Dani coge el mando del grupo y con soltura nos lleva a un ritmo cómodo que hace que la subida termine antes de lo que parece. Y es que este tío va sobrado, joder yo creo que porque no se lo cree pero el día que se lo crea no le vuelvo a ver por mi zona de carrera.

El resto de la vuelta voy aguantando a estas dos gacelas, no voy sobrado pero si mejor de lo que esperaba. Sobre el km 8,5 miro el crono y veo que vamos a terminar sobre 51 minutos largos, pero queda la bajada. Cuando pasamos el km 9 susurro,porque no tenía fuerzas para gritar, que ha llegado el momento de correr.

Me lanzo calle abajo alargando la zancada, solo escucho a David gritar: "NO JODER, VAMOS AL RITMO QUE HABÍAMOS PACTADO". ¿Qué ritmo? Si no habéis hecho ni un kilómetro a ese ritmo so malajes. 

Vuelo calle abajo adelantando gente, pero mi aventura dura 100 metros lo que tardan en alcanzarme estos dos gamos los cuales me pasan cada uno por un lado sin ni siquiera mirarme. A Dani le veo flotar y pasar gente como si no existiera, enseguida desaparece. David también se aleja a un ritmo más lento pero que a mi me será imposible de alcanzar.

Yo continúo con el ritmo que puse en mi ataque, en mi rotura de ostilidades, para hacer ese último km en 4:29 y terminar en 50:52. Dani voló el último km en 3:58 y finalizó en 50:16 y David se cascó ese km en 4:08 para terminar en 50:30.

La San silvestre en sí no pasaría de otra carrera más en mi lista de no ser por estos dos señores. 
Me lo pasé pipa y me quedé con la sensación de haber podido correr rápido después de mucho tiempo, aunque solo fuera un kilómetro. Si el año que viene los dos gamillos se apuntan me vuelvo a inscribir para resarcirme de la pequeña derrota en ese último kilómetro. Pero nunca una derrota supo tan dulce.

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