MEDIO MARATÓN DE SAN SEBASTIAN

   

Correr y comer ó comer y correr. ¿Algún plan mejor para un fin de semana frío de Noviembre? A mi no se me ocurre nada mejor excepto hacerlo en San Sebastián.

Y cuando uno se desplaza hasta San Sebastián solo tiene que preocuparse del tiempo y de los pintxos que va a comer. Y todo ha salido perfecto. El tiempo extraordinario, frío pero sin apenas lluvia. Cosa que cuando dejamos Madrid el viernes nos parecía imposible con el aguacero que estaba cayendo y la nieve que había en el puerto de Somosierra.

Biarritz

Y lo de los pintxos y la gastronomía espectacular. Incluida la escapada a Francia a conocer Biarritz (probando un foie delicioso), lugar muy recomendable por su estilo gótico, playas y pequeñas bahías donde apetecía hacer unos cuantos miles de metros nadando en el mar. Lástima no haber traído el traje de neopreno porque un servidor no se mete en ese agua sin traje.

el txipi

EL CANGURO

Pintxos hubo de todo tipo: Magret de pato, Solomillo con foie envuelto en hojaldre, Txipirón y por supuesto el mejor del fin de semana MEDALLÓN DE CANGURO. Exquisito.😏. Y todo regado como es debido por unos cuantos litros de cerveza. Pero el maratón y media maratón de San Sebastián conoce pefectamente la importancia de la hidratación por eso en la pequeña feria del corredor pusieron un barril de sidra para que todos nos hidrataramos al estilo vasco. Y un servidor no perdono tal ofrecimiento y dos vasitos de sidra cayeron.

Esa Feria hidratando a los corredores

Sidra para disfrutar.

Todo preparado para volar por San Sebastian en familia

El viernes y sábado habíamos bordado la parte gastronómica y solo faltaba la parte atlética para la que había venido. Recorrer los 21 km de la media de San Sebastián que se celebra conjuntamente a la maratón.

Sobre las 8:00 aparcaba cerca del parking de la plaza de toros, aunque reconozco que un poco estresado por la dificultad para llegar y las vueltas que tuve que dar. 
Comprobé la temperatura y a pesar de que iba a ser mañana de moquillo colgando parecía que la lluvia nos iba a respetar y el día sería espectacular

Paseíto a la salida y ambiente espectacular. Visita a las entrañas del Estadio de Anoeta, lugar elegido para culminar la carrera, y calentamiento por los alrededores.

Era la hora de disfrutar de una linda ciudad que celebra un precioso maratón. Hoy toca ritmo turismo, ese en el que corres, disfrutas y además observas lo que hay a tu alrededor. Y desde el mismo pistoletazo lo fui haciendo. Ayudó y mucho que el reloj no encontrará el gps hasta el km 3 así que el tema ritmos estaba olvidado.

Junto al río

Paso a paso y sin darme cuenta me encontraba dejando a mi espalda Anoeta y disfrutando de otra carrera que quedará grabada en mi cabezota. Avanzando junto al río Urumea rodeado de cientos de franceses, vascos, madrileños y gente de muchos lugares del mundo. Animándonos unos a otros y recibiendo los ánimos de familiares y transeúntes con sus aúpas y oso ondo. Y tranquilamente pasamos sobre el Urumea y volvemos por la otra orilla del río, estación de tren de Donostia y camino de un largo túnel de un km en donde recibes el aliento de tus compañeros y donde por primera vez entro en calor y consigo que el moquillo deje de molestar.

Que corto se han hecho los cinco primeros kilómetros. 


Vuelvo a pasar por última vez junto al río Urumea y me adentro en el casco viejo de San Sebastián en dirección al paseo que transcurre junto a la playa de la Concha. Aquí encuentro el km 10 y hago un amigo nuevo. Iba tan embelesado en las vistas de la bahía donostiarra que me salté el avituallamiento. Cuando otro corredor se dio cuenta que iba a volver a por agua me dijo que siguiera que él me daba su botella. Y así encontré un nuevo amigo con el que ir corriendo y charlando. Además un donostiarra de pura cepa que debutaba en maratón y que me contó las bondades de sus tierras. Gracias a la conversación fui entretenido en la parte más aburrida que te lleva hacia una especie de polígono o zona de facultades sin animación. A la altura del km 14 mi compañero se despidió y marchó con la liebre de 3:45 que empezaba a subir el ritmo.

Día espectacular para correr junto a la playa de la Concha

Solo quedaba lo más sencillo, por lo menos eso piensas cuando ves el plano de toda carrera, volver unos pocos kilómetros hacia la meta. Extrañamente parece que voy cansado a partir del km 16 pero realmente mis ritmos no bajaron. Aún así el tramo del km 16 al 19 se hizo largo. Cuando llego al km 18 y voy a abandonar la zona de la Concha aparecen los primeros keniatas que van por el km 31. Una auténtica locura verles ir a esos ritmos. 2 horas 11minutos tardó el primero en acabar el maratón.

Al volver al casco viejo vuelven los ánimos de la gente que ahora si que se agradecen y dan fuerzas a las fatigadas piernas. Tres puntos de animación con speaker animando en los kilómetros 18 al 20. y la traca final de gente en el último kilómetro rodeando el estadio. Gente a los dos lados animando sin cesar a los familiares y todos los que pasábamos por allí. (AÚPA.........OSO ONDO CAMPEÓN).

Otra medalla para la colección. Otra meta para la memoria

El trabajo duro del fin de semana estaba hecho, había corrido 20,7 km y ahora solo quedaba disfrutar de la entrada a la pista de Anoeta. Así que bajada de ritmo y a disfrutar de ese tartán y ese estadio, no es comparable a Sevilla, pero es bonito recorrerlo y disfrutarlo. Llegada a meta en 1:52:01. Y con la sensación de que el recorrido es estupendo para correr rápido pero sobre todo que cualquier visita a San Sebastián merece la pena.